Este es el primer libro que
leo de Mariana Enriquez, una consagrada autora de terror latinoamericano que en
su obra ya existe variedad de antologías y otras novelas.
Este libro me lo debía
desde el año pasado que lo inicie y llegue hasta las primeras cincuenta
páginas, no avance por temas de proyectos míos y quise retomarlo ahora.
El tipo de forma en la que
se relata, el narrador y las diversas líneas de tiempo hacen que sea toda una
experiencia en la cual como lectores nos vemos arrastrados hacia una historia
que posee muchísimos elementos, temas esotéricos que son los principales,
crítica social, comentarios sobre la vida y las relaciones humanas, referencias
culturales que nos ayudan comprender sucesos en determinadas épocas del relato
y el contexto en el cual muchos personajes sostienen su personalidad.
La obra posee un trabajo de
investigación sobre lo esotérico muy amplio, demasiado, no solo las referencias
con fecha y nombre, el tono de los ritos, la mención hacia textos y más
elementos que eran muy propios de tal época hacen que se experimente una situación
de credibilidad como siendo espectadores sea verosímil todo el contexto de la
magia y del culto en la vida real, la forma de entrelazar la normalidad, lo
cotidiano y lo fantástico nos brinda un mayor entendimiento sobre la sociedad
ficticia en la que nos ubicamos y como tal no yace muy lejos de la nuestra.
El culto hacia la
oscuridad, su explicación y miembros son plausibles, sujetos creíbles en
diversos contextos y juegan con los personajes como si fuesen entes que solo
esperan y codician poder, una crítica directa hacia quienes están detrás de
tragedias como buitres esperando dar sus zarpas, la forma en la que el caos
político se entremezcla con las acciones del culto es un punto que dará vuelta
en la obra, mostrando como la tragedia permite sucesos aún más cruentos.
El humor negro que posee la
obra me encanta, desde los insultos tan argentinos como están narrados, los
comentarios mordaces, las ironías que van suscitándose con diversos personajes,
cuestionándose si tanto poder en un culto solo culminaba en una reunión de
cuatro viejas y un vino, aunque son palabras superficiales sirven para brindar
mayor acercamiento entre la unión de la normalidad y lo fantástico.
Los personajes son un punto
fuertísimo de la obra y cada uno posee sus luces y sombras, no son blancos o
negros del todo quienes forman la familia principal, estos mismos tienen
capítulos donde se ve retratada su vida y como los otros los percibían.
Juan es uno de los
personajes más complejos, su historia como médium, su vida llena de cuidados
médicos y la presión de verse inmerso hacia el culto lo van tornando inestable,
el amor hacia su mujer e hijo son la brújula que lo mantiene durante años,
aunque al inicio se le conoce en una faceta negativa con Gaspar y por ratos
muestra actitudes rudas, es posible notar que es una víctima de un círculo de
locura al que se ve atado y desea alejar a su hijo del mismo destino, su amor
por Rosario de jóvenes es mostrado en el pasado de ella y como se van haciendo
uno solo.
Rosario al inicio es un
personaje del que se conoce tan solo por menciones de otros, en el inicio de la
obra ya está muerta, desconocemos como lector que pudo suceder y por varias
conversas iremos viendo como sus inseguridades desde su juventud hasta la maternidad
la persiguen, la complejidad de su personaje se va desplegando conforme se
detalla la forma de vida de los herederos de la orden, también se hace presente
como existe un temor por el destino de su hijo y la incapacidad de tener los
recursos en su momento para ayudarlo, la carencia de habilidad que otros en su
círculo poseían y la mirada constante de su madre juzgándola, sus capítulos
sirven para mostrar el amor de Juan, enriquecen su relación y nos hacen conocer
su faceta de padre, como fue la relación que alguna vez existió entre ambos.
Gaspar es presentado en
diversas etapas de su vida, desde la niñez hacia una adultez joven en donde
como lector al ya conocer las experiencia de sus padres nos vemos
familiarizados con ciertos sucesos que pasan a su alrededor y este al no poseer
la instrucción de su padre los va descubriendo, su comportamiento cambia y se
adapta conforme el tiempo pasa, la relación con su padre que era positiva va
tomando etapas y conforme crece comprende de mejores formas por medio de su tío
los sucesos que ocurrían y que tipo de hombre era, su personaje es esencial ya
que la trama de sus padres y el culto gira a su alrededor, su destino marca la
novela y las intenciones del culto.
Sin mucho más que decir es
una obra que tiene una gran extensión, pero el sentimiento de saber que ocurre
en cada página es constante, los cambios de personajes hacen que la historia
tome aires nuevos y perspectivas que enriquecen las anteriores de forma que se
mantiene un interés constante, me encanta todo el trabajo alrededor de las
referencias de la época y como se aborda con tanta naturalidad lo sobrenatural,
como otro proceso más del mundo, uno invisible para quien carece de su
conocimiento, en lo que a mi respecta leeré las antologías de Mariana para
seguir escarbando más en su obra.
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